Madrid, 1939-1945. Una decena de hombres y mujeres luchan por no perder la esperanza en una España marcada por el hambre, la penuria y el estraperlo. Como Matías, un sinvergüenza que trafica con objetos requisados y que será una de las primeras víctimas de la escisión de su propio partido, la Falange. Como Alicia, taquillera en un cine, que se verá obligada a buscarse la vida en la calle tras quedarse embarazada. O como Eloy, un joven tullido de quince años, destinado a convertirse en uno de los líderes del Partido Comunista en la clandestinidad. Costureras, estudiantes, profesores, estafadores: vidas de personas comunes en tiempos extraordinarios. Castillos de fuego es una novela que encierra más verdad que muchos libros de historia y que transmite el pulso de un tiempo en el que el miedo casi arrasa con la esperanza que, de forma natural, se abre camino entre la devastación. Una época de reconstrucción en la que la guerra ha acabado solo para algunos, si bien nadie está a salvo de la arbitrariedad de las huestes que se levantan a los pies de un dictador. Ignacio Martínez de Pisón regresa con una ambiciosa